Paloma bravía o Columba livia domestica

Las palomas se han convertido en verdaderas plagas en muchos de los municipios españoles, debido a su adaptabilidad y a lo poco exigente que es tanto con sus habitats como con su alimentación.

Este habitante de pueblos, ciudades y caseríos es, sin embargo, un comensal directo del hombre y, por tanto, depende estrechamente de nuestras actividades para sobrevivir.

Si el número de ejemplares presente en una  localidad es excesivo, causa problemas de todo tipo, como daños en la vegetación, edificios y resto de mobiliario urbano, problemas de salud y ruidos.

Tórtola turca  o Streptopelia decaoto

Las aves-plaga también suponen una amenaza para infraestructuras, como los aeropuertos, que se ven obligados a activar iniciativas para desviar estos pájaros en áreas conflictivas mediante la utilización de halcones que sobrevuelan las pistas o la modificación de hábitats, con el fin de evitar posibles accidentes.

Los agentes infecciosos que contienen los excrementos de estas aves son hongos, bacterias (como las clamidias) o virus. Las aves forman parte de la biodiversidad de las áreas urbanas y debemos cohabitar con determinadas especies que pueden estar enfermas y transmitir numerosas enfermedades.

Pero, las enfermedades que estos agentes pueden causar a la población dependerá de la edad del individuo y su salud en general, y de su sistema inmunitario en particular. Además,  pueden estar infestadas por hasta 50 ectoparásitos distintos.